Antes de adentrarnos más en el mundo de la conservación, creo conveniente hablar un poco de la evolución histórica de los documentos, ya que estos no son uniformes ni han utilizado las mismas materias primas para la creación de sus soportes.
En primer lugar, debemos tener claro el concepto de documento, porque en muchas ocasiones no es algo que quede esclarecido, como he podido comprobar en mi búsqueda de una buena defición del término.
¡Cuál ha sido mi sorpresa! Pues en la mayoría de páginas consultadas solo se incluyen como documentos los escritos. Sin embargo, desde primero de carrera se nos ha enseñado que, un documento es cualquier soporte material del que se obtenga conocimiento.
Prehistoria:
Se define como el periodo de tiempo transcurrido desde el inicio de la evolución humana hasta la invención de la escritura. La arqueología se convierte en el único medio para estudiar esta época a través de los restos materiales hallados, huesos, pinturas o monumentos. Todo esto constituyen documentos.

Edad Antigua:
Esta época coincide con el nacimiento de las primeras civilizaciones, comprende desde, aproximadamente, el año 4000 a. C. hasta la caída del Imperio Romano de Occidente.
- Tablillas de arcilla:
Nacen en el mundo mesopotámico, son planchas bastante gruesas en las que se trazaba la escritura cuneiforme sobre la superficie blanda y húmeda por medio de una caña de sección triangular.
El texto era escrito en columnas y más tarde en línea tirada. Disponía de colofón al final de la tablilla en el que aparecía el título, el nombre del escriba, etc. Para endurecerlas se colocaban al sol o se cocían.

- Papiro:
El papiro será el material escritorio utilizado por excelencia durante la Antigüedad, era importado desde Egipcio, que fueron sus creadores.
Este se formaba a través de una planta también denominada papiro. Se cortaban los tallos de esta y eran introducidos en agua, posteriormente quitaban la corteza y la cortaban en finas láminas con un objeto llamado «acu». Las tiras se extendían sobre una superficie plana, sobre estas se ponía otra capa en sentido transversal y las dejaban secar al sol.
Después se cortaban para que todas tuviesen el mismo tamaño y eran enrolladas para su comercialización.
Para escribir sobre el se utilizaba una caña terminada en hebras, aunque más tarde era introducido el cálamo por los griegos, y tinta.


- Tablillas enceradas:
Se trataba de tablillas rectangulares de madera o marfil con un pequeño marco.
En la parte central, que estaba algo hundida, se esparcía la cera y sobre ella se escribía mediante un elemento puntiagudo o stilus, que en la parte opuesta a la punta tenía un rascador para borrar lo escrito fácilmente.
Estas eran unidas con cuerdas y cierres dando lugar a una especie de libro llamado códex, o pinax en Grecia, que dará lugar al libro moderno, el códice.
Los griegos usaron también los ostraca, fragmentos de piedra caliza y fragmentos cerámicos en los que se escribía con tinta, los egipcios, o con el stilus, los griegos.


En la próxima entrada continuaremos con la evolución de los documentos: la Edad Media y Moderna.
¡Espero que os haya gustado!
Reblogueó esto en Alexandra Vidal .
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